
Escrito por: María Paz León
Ecuador enfrenta desafíos estructurales que limitan su competitividad: altos costos de registro y mantenimiento, procesos administrativos excesivamente prolongados y una normativa poco eficaz que desincentiva la innovación.
El sector florícola ecuatoriano constituye uno de los principales motores de la economía agrícola nacional. Según el Reporte Estadístico Anual de Expoflores de 2024, las exportaciones de rosas alcanzaron USD 767 millones, lo que representa el 76% del total de exportaciones florícolas. Los principales destinos de este producto son Estados Unidos (29%), la Unión Europea (28%) y Kazajistán (16%), este último como punto de entrada al mercado ruso.
Gracias a la constante innovación en el desarrollo de nuevas variedades vegetales, el Ecuador ha consolidado su posición como exportador líder de rosas. Su principal competidor en la región es Colombia, cuya industria florícola presenta una estructura productiva distinta: mientras Ecuador se especializa en la exportación de rosas de alta calidad, Colombia concentra su producción en bouquets. De acuerdo con el Reporte Comparativo Colombia–Ecuador de Expoflores de 2023, Ecuador exportó USD 733 millones en rosas, equivalentes al 74% de sus exportaciones florícolas, mientras que Colombia exportó USD 376 millones por el mismo concepto, lo que representa el 18% de su oferta florícola total. En contraste, las exportaciones colombianas de bouquets ascendieron a USD 999 millones, consolidando ese producto como su principal rubro.
En este contexto, la protección de los derechos de obtentor no constituye un tema accesorio, sino un eje estratégico para mantener y fortalecer el liderazgo florícola del país frente a sus competidores. No obstante, pese a su importancia, Ecuador enfrenta desafíos estructurales que limitan su competitividad: altos costos de registro y mantenimiento, procesos administrativos excesivamente prolongados y una normativa poco eficaz que desincentiva la innovación, como se detalla a continuación:
Altas tasas oficiales y protección limitada
Con la entrada en vigor del Código Orgánico de la Economía Social de los Conocimientos, Creatividad e Innovación (COESCCI) en 2016, el período de protección para las variedades ornamentales en Ecuador se redujo de 20 a 15 años. En consecuencia, el país ofrece cinco años menos de protección que sus principales competidores, como Colombia y la Unión Europea. Esta reducción afecta directamente el atractivo del sistema ecuatoriano para la inversión en innovación y el desarrollo de nuevas variedades.
A este escenario se suma otro desafío crítico: el costo del registro y mantenimiento de variedades en Ecuador está entre los más caros del mundo. Registrar una variedad ornamental en el país cuesta USD 992, mientras que su mantenimiento anual, durante los 15 años de vigencia del registro, tiene un costo total de USD 18.715. En contraste, en la Unión Europea, el registro que otorga protección en los 27 Estados miembros tiene un costo de EUR 380 y el mantenimiento total, por 20 años, es de EUR 6.400 (alrededor de USD 6.800). En otras palabras, registrar y mantener una variedad en Ecuador cuesta cerca de 2,7 veces más que en la Unión Europea, a pesar de que esta última ofrece una protección más amplia y por un período mayor.
De igual manera, en Colombia -el principal competidor regional- la tasa de registro de una variedad es de aproximadamente USD 498, y el mantenimiento total por 20 años asciende a USD 11.904. Esto significa que proteger una variedad en Ecuador resulta alrededor de 1,6 veces más costoso que en Colombia, aun cuando el sistema colombiano otorga una vigencia superior y procesos administrativos más ágiles. Esta disparidad de costos y condiciones desincentiva la inversión, desalienta la protección de nuevas obtenciones vegetales y afecta directamente la competitividad del país frente a otros mercados clave.
A nivel administrativo, no han habido cambios ni mejoras. Las demoras en la tramitación de todos los trámites relacionados con obtenciones vegetales es una realidad que deben enfrentar todos los usuarios. Por ejemplo, durante todo el año 2025, la autoridad competente emitió ninguna resolución de concesión o rechazo, limitándose únicamente a aceptar desistimientos. Mientras que en otras áreas de la propiedad intelectual el SENADI destaca avances, en materia de registros de variedades vegetales no se ha observado progreso alguno.
Inscripción de contratos de licencias de obtenciones vegetales
La obligatoriedad de la inscripción de contratos de licencia en materia de obtenciones vegetales, establecida en el Código Orgánico de la Economía Social de los Conocimientos, Creatividad e Innovación, en adelante COESCCI, y su normativa complementaria ha demostrado ser completamente ineficaz.
Desde la entrada en vigor del COESCCI, hace ocho años, y pese a la adopción de regulaciones específicas en los últimos años como la Resolución No. 01-2022-DG-NT-SENADI, que aprobó la Norma Técnica para la Inscripción de Contratos de Licencia de Obtenciones Vegetales (Registro Oficial No. 185, 9 de noviembre de 2022), y la Resolución No. 006-2024-DG-SENADI, mediante la cual la tasa de inscripción se redujo de USD 579 a USD 72, hasta octubre de 2025 no se ha inscrito un solo contrato de licencia de obtenciones vegetales ante el SENADI.
Este hecho evidencia que tanto los obtentores como los productores rechazan exigencias que no generan beneficios reales, sino que imponen costos adicionales y crean obstáculos burocráticos que desincentivan la formalización de relaciones contractuales en el sector. En la práctica, esta obligación ha producido un efecto contrario al previsto: lejos de fomentar la transparencia y la seguridad jurídica, ha sido utilizada por infractores en procesos judiciales como argumento para evadir el pago de regalías, debilitando la protección efectiva de los derechos de obtentor y erosionando la confianza en el sistema nacional de propiedad intelectual.
Aunque el sector florícola es fundamental para la economía ecuatoriana, el marco legal vigente en materia de obtenciones vegetales presenta deficiencias que limitan su competitividad. Las tasas elevadas, los largos plazos para obtener derechos y la menor duración de la protección frente a los estándares internacionales reducen los incentivos para la innovación y la inversión.
Para mejorar esta situación, entre otras reformas legales muy importantes, es necesario reducir las tasas oficiales de registro y mantenimiento, ampliar la protección de variedades ornamentales a 20 años y eliminar la obligación de inscribir contratos de licencia. Estas reformas son clave para fortalecer la competitividad del sector y consolidar el liderazgo florícola del país en el mercado global.
Bibliografía
Expoflores. (2024). Reporte Estadístico Anual. Quito, Ecuador.
Expoflores. (2023). Reporte Comparativo Colombia-Ecuador. Quito, Ecuador.
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